Un artículo especial, sobretodo en estos tiempos donde el estrés reina... dense tiempo para leerlo y pensar en serio en lo que dice:
Los procesos globalizados causan en nosotros una ansiedad generalizada en la búsqueda de resultados inmediatos. Los suecos debaten, debaten, realizan "n" reuniones, ponderaciones, etc. ¡Y trabajan! con un esquema más bien “slowdown".
Suecia es del tamaño del estado de São Paulo (San Pablo. Brasil). Suecia tiene tan sólo dos millones de habitantes.
Empresas de capital sueco: Volvo, Skandia, Ericsson, Electrolux, ABB, Nokia, Nobel Biocare , etc. Volvo es la que fabrica los motores propulsores para los cohetes de la NASA.
No conozco un pueblo, como pueblo mismo, que posea más cultura colectiva que los suecos.
La primera vez que fui para Suecia, en 1990, uno de mis colegas suecos me recogía del hotel todas las mañanas. Estábamos en el mes de septiembre, algo de frío y nevisca.
Llegábamos temprano a la Volvo y él estacionaba el auto muy lejos de la puerta de entrada (son 2000 empleados que van en coche a la empresa). El primer día no hice comentario alguno, tampoco el segundo, o el tercero.
Una mañana le pregunté a mi colega: ¿Tienen ustedes lugar fijo para estacionar aquí?, pues noté que llegamos temprano, con el estacionamiento vacío y dejaste el coche al final de todo...
Y él me respondió simplemente: "Es que como llegamos temprano tenemos tiempo para caminar, y quien llega más tarde, ya va a llegar retrasado y es mejor que encuentre lugar más cerca de la puerta. ¿No te parece?"
En la actualidad, hay un gran movimiento en Europa llamado "
Slow Food", cuyo símbolo es un caracol; tiene su central en Italia; el site en la Internet es muy interesante, visítalo.
Lo que el movimiento
Slow Food predica es que las personas deben comer y beber lentamente, dándose tiempo para saborear los alimentos, disfrutando de la preparación, en convivencia con la familia, con los amigos, sin prisa y con calidad.
La idea es contraponerse al espíritu del
Fast Food y lo que éste representa como estilo de vida.
El
Slow Food está sirviendo de base para un movimiento más amplio llamado Slow Europe como resaltó la revista Business Week.
La base de todo está en el cuestionamiento de la "prisa" generada por la globalización, por el deseo de "tener en cantidad", "nivel de vida", en contraposición al de "tener en calidad", "calidad de vida" o "calidad del ser".
Según la Business Week, los operarios franceses, aunque trabajen menos horas (35 horas por semana) son más productivos que sus colegas estadounidenses o británicos, y los alemanes, que en muchas empresas ya implantaron la semana de 28,8 horas de trabajo, vieron su productividad aumentar en un elogiable 20%.
Esa llamada "slow attitude" está llamando la atención hasta de los estadounidenses, discípulos del "fast" rápido y del "do it now!" ¡Hágalo ya!.
Significa trabajar y hacer las cosas con "más calidad" y "más productividad", y con menos estrés.
Significa retomar los valores de la familia, de los amigos, del tiempo libre, del placer del buen ocio, y de la vida en las pequeñas comunidades.
Del "aquí" presente y concreto, en contraposición contra lo "mundial" indefinido y anónimo.
Significa una ambiente de trabajo menos coercitivo, más alegre, más leve y por lo tanto, más productivo, donde los seres humanos realizan, con placer lo que mejor saben hacer.
¿Será posible que los antiguos refranes: "Paso a paso se va lejos" y "La prisa es enemiga de la perfección" merezcan nuevamente nuestra atención en estos tiempos de locura desenfrenada?
En la película "Perfume de Mujer" hay una escena inolvidable en la que el ciego, interpretado por Al Pacino, invita a una muchacha a bailar y ella responde: "No puedo, pues mi novio va a llegar en pocos minutos". A lo que el ciego responde: "Pero es que en un momento, se vive una vida", y la saca a bailar un tango.
Muchos viven corriendo detrás del tiempo, pero sólo lo alcanzan cuando mueren, ya sea de un infarto o un accidente en la autopista por correr para llegar a tiempo.
Otros están tan ansiosos por vivir el futuro que se olvidan de vivir el presente, que es el único tiempo que realmente existe.
Como dijo John Lennon, "La vida es aquello que sucede mientras planeamos el futuro".
Movimiento Slow Mundial.
Vivir despacio no implica que te detengas.
Decálogo que Carl Honoré propone:• No dejes que tu agenda te gobierne. Muchas cosas que te planteas ahora son postergables. Prueba y verás.
• Cuando estés con tu pareja y tus hijos o con tus amigos, apaga el celular y desconecta el teléfono.
• Tómate tiempo para comer y beber. Comer apurado genera males digestivos y si la comida es buena y está bien sazonada, no la apreciarás como se debe. Este es uno de los placeres de la vida, no lo arruines.
• Pasa tiempo a solas contigo mismo, en silencio. Escucha tu voz interior. Medita sobre la vida en general. No tengas miedo al silencio. Al principio te será difícil, luego notarás los beneficios.
• No te aturdas con ruidos o mires televisión como si fueras una medusa petrificada. Escucha música con calma y verás que es bellísima. No te quedes frente al televisor porque sí.
• Escribe un ranking de prioridades. Si lo primero que escribiste es trabajo, algo anda mal, vuelve a redactarlo. El trabajo es importante y debemos hacerlo, pero medita y notarás que no es lo más importante de tu vida.
• No creas eso de que en poco tiempo das amor. Escucha los sueños de la gente que amas, sus miedos, sus alegrías, sus fracasos, sus fantasías y problemas. Es una estupidez pensar que se puede amar una hora por día y basta con eso.
• No creas que tus hijos pueden seguir tu ritmo. Sos vos quien debe desacelerar e ir al ritmo de ellos. Recuerda que la conversación y la compañía silenciosa son los medios de comunicación más antiguos que existen.
• El virus de la prisa es una epidemia mundial. Si lo has contraído, trata de curarte.
Felicitaciones por haber conseguido leer este mensaje hasta el final.
Hay much@s que lo habrán dejado por la mitad
para "no perder tiempo"
tan valioso en este mundo globalizado.