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sábado, 16 de septiembre de 2023
He regresado...
domingo, 13 de mayo de 2018
Madre, no te canses de luchar.
Madre,
ante la incomprensión de un hijo...
¡No te rindas!
Ante la desobediencia de otro...
¡No te rindas!
Ante un hijo drogadicto...
¡No te rindas!
Ante el/la que vive sólo de apariencias
y para redes sociales...
¡No te rindas!
Ante los problemas económicos...
¡No te rindas!
Ante un desastre en tu familia...
¡No te rindas!
Ante una familia que tuvo que separarse...
¡No te rindas!
Ante las muchas cosas que
algunos días te salen mal...
¡No te rindas!
Ante la incomprensión
de los que más quieres...
¡No te rindas!
Ante un estado depresivo...
¡No te rindes!
Ante la falta de fe y de esperanza...
¡No te rindas!
Ante una enfermedad
que quiere dominarte...
¡No te rindas!
.:*:.Hasta la próxima Ruta, Dios mediante. Bendiciones Infinitas. Paz y Bien..:*:.
ante la incomprensión de un hijo...
¡No te rindas!
Ante la desobediencia de otro...
¡No te rindas!
Ante un hijo drogadicto...
¡No te rindas!
Ante el/la que vive sólo de apariencias
y para redes sociales...
¡No te rindas!
Ante los problemas económicos...
¡No te rindas!
Ante un desastre en tu familia...
¡No te rindas!
Ante una familia que tuvo que separarse...
¡No te rindas!
Ante las muchas cosas que
algunos días te salen mal...
¡No te rindas!
Ante la incomprensión
de los que más quieres...
¡No te rindas!
Ante un estado depresivo...
¡No te rindes!
Ante la falta de fe y de esperanza...
¡No te rindas!
Ante una enfermedad
que quiere dominarte...
¡No te rindas!
Mañana
te sentirás
orgullosa
de ti misma
y darás gracias
a la vida
por la familia
que ayudaste
a crear.
jueves, 4 de enero de 2018
4 de Enero. Madre.
¿Puede acaso una mujer olvidarse del niño que cría, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues aunque ella lo olvidara, yo no te olvidaría a ti (Isaías 49,15).
Parece que nuestro cerebro, cuando muere, lo borra todo, para dejar sitio a una sola imagen la de la madre. Creo que es justamente así. He oído a ancianos, endurecidos por la vida, morir con ese suspiro: "¡Madre!". Conozco enfermos que han sufrido alguna embolia y son incapaces de hablar pero todavía consiguen exclamar: "¡Madre mía!".
El deseo de maternidad es desbordante, como demuestran las mujeres que piden a la ingeniería genética un hijo a toda costa. Las pupilas de la hembra de la especie humana se dilatan, instintivamente, de placer a la vista de un niño. No hay experiencia humana más visceral que la maternidad. Basta observar a una madre que sufre por una enfermedad, por un trastorno o por la muerte de un hijo. Es como si se desgarrara algo, al mismo tiempo, en su cuerpo y en su espíritu.
A pesar de todo, una madre puede olvidar a su hijo, puede abandonarle en el tren, en el baño de un motel o en el cubo de la basura.
Tú, Dios, no. El amor de una madre y el tuyo no resisten comparaciones.
Entonces, ¿de qué tener miedo?
miércoles, 3 de enero de 2018
3 de Enero. La paz de Jesús es Jesús.
La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, os la doy yo (Juan 14,27).
La paz de Jesús es Jesús. No es la frase bonita de catecismo u homilía; es una realidad. Quien le acoge como Hijo de Dios, no puede dejar de acoger en él a todos los hombres y mujeres. Porque en Jesús "no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3,28).
El cristiano no tiene enemigos a los que combatir., sino hermanos y hermanas con quienes buscar el diálogo, la verificación, la solución pacífica de los problemas, por más difíciles que puedan ser.
¿Qué es la paz del mundo? La historia tiene algo que decir. Es el fuerte quien aplasta al débil. Existe el miedo al otro. Y de ahí arranca la carrera de armamentos, la acumulación de armas cada vez más poderosas y terribles. Hay dictaduras (bajo el Soviet, los pueblos del ex imperio estaban... en paz). Se hace la guerra a costa de los pueblos más pobres: la URSS y Estados Unidos se combatían entre sí en Asia, en Medio Oriente, en África.
"¿Y los cristianos que han sido responsables se guerras más o menos santas, que han bendecido las armas, que...?"
Han pecado. Tenían a Jesús en los labios, pero no en el corazón.
Sin Jesús, la paz es sólo una palabra.
martes, 2 de enero de 2018
2 de Enero. La sonrisa de Dios.
Porque yo sé bien los proyectos que tengo sobre vosotros -dice el Señor-, proyectos de prosperidad y no de desgracia, de daros un porvenir lleno de esperanza (Jeremías 29,11).
La sonrisa de Dios es leal y abierta, porque corresponde siempre a los proyectos de su corazón, proyectos de paz y no de desventura. La sonrisa de los hombres y de las mujeres pueden ser falsa y engañosa, porque puede esconder un corazón cargado de proyectos de desdicha.
La paz se siente estimulada con la sonrisa, las palabras hermosas, las declaraciones que ensalzan, los galanteos y los cortejos, pero brota únicamente de los proyectos del corazón.
Cuando la sonrisa de la paz no brota de un corazón lleno de proyectos de paz, proliferan los pacifistas violentos, intolerantes y despectivos con todos los que no piensan como ellos, que apoyan a los tirios y odian a los troyanos, que aman a los troyanos y odian a los tirios, que se movilizan alternativamente, que organizan manifestaciones de protesta y en contra.
Estos pacifistas ocupan las primeras páginas de los periódicos, pero no sirven para un futuro cargado de esperanza. Los que tienen la sonrisa de Dios no están siempre "en contra". De nada. Están "a favor". De todos.
Y actúan como Dios, sin ruido, por un futuro cargado de esperanza, para todos.
Y actúan como Dios, sin ruido, por un futuro cargado de esperanza, para todos.
viernes, 25 de agosto de 2017
Oremos por Venezuela. Estado Aragua.
Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias, cuenten tus prodigios los que invocan tu nombre.
"Déjenme fijar la fecha y yo haré el juicio, yo impondré la justicia."
Se derrumba la tierra con sus habitantes, mas yo soy quien afianzó sus columnas.
Digo a los arrogantes: "¡Ya basta de violencias!" y a los incrédulos: "No alcen los cuernos, no levanten tanto la cornamenta ni lancen desafíos contra la Roca".
Pues, he aquí que viene, no del oriente ni del occidente, ni del desierto ni de las montañas, pero sí viene Dios, que es juez, para humillar a unos y ensalzar a otros.
En su mano el Señor tiene la copa de vino espumante y embriagador. La escancia, y la vacían hasta la borra al beberla todos los malos de la tierra.
Yo podía alargarme, no terminaría, cantaré salmos al Dios de Jacob.
Aserruchará los cuernos de los malvados, y se alzarán los cuernos de los justos"
(Salmo 75, 2-11)
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
.:*:.Hasta la próxima Ruta, Dios mediante. Bendiciones Infinitas. Paz y Bien..:*:.
"Déjenme fijar la fecha y yo haré el juicio, yo impondré la justicia."
Se derrumba la tierra con sus habitantes, mas yo soy quien afianzó sus columnas.
Digo a los arrogantes: "¡Ya basta de violencias!" y a los incrédulos: "No alcen los cuernos, no levanten tanto la cornamenta ni lancen desafíos contra la Roca".
Pues, he aquí que viene, no del oriente ni del occidente, ni del desierto ni de las montañas, pero sí viene Dios, que es juez, para humillar a unos y ensalzar a otros.
En su mano el Señor tiene la copa de vino espumante y embriagador. La escancia, y la vacían hasta la borra al beberla todos los malos de la tierra.
Yo podía alargarme, no terminaría, cantaré salmos al Dios de Jacob.
Aserruchará los cuernos de los malvados, y se alzarán los cuernos de los justos"
(Salmo 75, 2-11)
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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domingo, 18 de junio de 2017
El verdadero Padre.
No hagamos el camino fácil a los hijos porque un camino con dificultades les hace superarse y crecer cada día.
Papá, me brindaste ternura y calor
cuando aún era una niña;
comprensión y estímulo
en la etapa de mi adolescencia;
protección y amor en todo momento.
A tu lado comprendí que
la autoridad de un padre no está
en la fuerza de la mano que humilla,
sino en el diálogo convincente.
Tu ejemplo me enseñó que más
logra una palabra de cariño
que un gesto autoritario.
Supiste comprender mi rebeldía
y, ante mi inseguridad,
me ofreciste la paciencia
de una espera que pronto
significaría un nuevo camino.
Te ganaste mi confianza
con la prudencia de tu trato
y la capacidad de tu buen consejo.
Mi admiración hacia ti y mi respeto,
ahora que tus fuerzas declinan.
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domingo, 14 de mayo de 2017
Ser Madre y ser Hijo.
jueves, 2 de febrero de 2017
Un año para cultivar valores. Febrero: Calidad humana.
sábado, 14 de enero de 2017
El diploma más importante.
Mientras alguien se preocupe por Dios estará ligado a la paz, al amor y a la alegría. José de Sousa Nobre.
Los Pérez García eran una familia de esas que se llaman "familia tipo". Papá, mamá, un hijo y una hija. Los papás trabajaban todo el día para que sus hijos tuvieran una buena educación y para poder comprar todos los libros que fueran necesarios. Los obligaban a estudiar inglés y, desde chiquitos, les enseñaron la importancia de tener un título universitario. Por eso, cuando Jorge les dijo que iba a ser médico, dieron un salto de alegría, llamaron a todos los parientes y amigos e hicieron una fiesta.
Y ni qué decir cuando recibió el diploma de honor. Colocaron una pancarta de felicitación, para que no quedara ningún vecino sin enterarse de que su hijo era un "doctor".
Todo iba bien hasta que, durante la cena, Jorge les contó lo que iba a hacer.
- Voy a ser médico sin frontera -dijo muy serio.
- ¿Médico de frontera? ¿Qué es eso? -preguntaron los papás.
- Voy a ir a ejercer la medicina en países muy pobres, donde casi no hay médicos; lugares en donde hay guerra y la gente ha sido expulsada de su casa.
Los padres no salían de su asombro. Sentían que el mundo se les caía encima. Todas las ilusiones de verlo como uno de los médicos más importantes se terminaban. Ellos habían imaginado que su hijo tendría una casa lujosa, hasta con piscina, parrilla y lugar para varios autos en el garaje. Pero ahora, todo eso se hacía humo.
- ¿Me quieres decir para qué pagué tantos años de inglés y para qué nos esforzamos tanto con tu madre para que tuvieras una buena educación? ¿Me quieres decir para qué estudiaste tanto? ¿Para ir a un lugar peligroso y lejos de casa?, -dijo el padre cuando recuperó el aire.
-Justamente para eso. Siempre pensé que para hacer una cosa así, había que estar bien preparado, tenía que saber otro idioma y tenía que aprovechar al máximo todo lo que pudiera mientras estaba estudiando. No entiendo cómo me dicen una cosa así. Es cierto, ustedes siempre se preocuparon por mi hermana y por mí. Yo aprendí desde chiquito la importancia de ocuparse de los otros y me di cuenta que tenían razón, que lo más lindo que nos puede pasar en la vida es vivirla ayudando a los demás. ¿Ustedes no fueron felices viviendo para nosotros? Bueno, yo ahora quiero vivir para otros que me necesitan, pero si les parece tan mal, no lo hago, no me gustaría que sufran por mi culpa.
Los papás de Jorge se levantaron de la mesa y abrazaron a su hijo. En ese momento comprendieron que su hijo tenía algo mucho más valioso que un diploma de honor, tenía un corazón maravilloso y aunque un día quisieron poner una pancarta, ya habían aprendido que no era necesario.
Adaptación: Angélica M Zambrano P. @Angelicamzp974
Página oficial de: Médicos sin Frontera.
jueves, 12 de enero de 2017
Mi Cristo Roto. ¡¿Quién te partió la cara?!
![]() |
Cristo Sindónico de Córdoba |
Dichosos los que construyen la paz, porque Dios los llamará sus hijos. Mateo 5,9.
Cristo, yo había oído muchas veces esta amenaza en labios trémulos por el odio:
“¡MIRA QUE TE PARTO LA CARA!” Y siempre pensé que todo suele quedar en un puñetazo, un bofetón, una cuchillada en la mejilla. Sólo en Ti se ha cumplido literalmente la brutal amenaza, te han partido la cara de un solo tajo.
Yo se la hubiera restaurado, pero Él me lo prohibió. Por eso me dedico en un juego de fantasía y cariño, a restaurársela idealmente, colocando sobre su cabeza sin facciones, las caras que para mi Cristo, ha soñado el arte universal. Consumo en este juego, museos, colecciones, galerías, catedrales, pinacotecas. Todo va pasando por el tajo de su cara en un desfile lento, y me siento Velázquez o Juan de Meza, con un patetismo barroco, o Montañés con olímpica belleza, o Leonardo, de infinita tristeza.
Pero desde hace unos días, he tenido que renunciar también al consuelo de este juego, ¡el Cristo roto es terrible en su exigencia!, no concibe treguas, y me lo ha prohibido también. Yo creí al principio que le gustaba, al menos lo toleraba silencioso, hasta que un día me interrumpió severamente:
- ¡BASTA! No me pongas ya más caras, he tolerado tu juego demasiado tiempo. ¿No acabas de comprenderlo? No me pongas más esas caras que pides de limosna, al arte de los hombres. ¡Quiero estar así, sin cara! Prometiste que jamás me restaurarías… a no ser, que quieras ensayar otro juego, ponerme otras caras. Esas… sí las aceptaré.
- ¿Cuáles Señor? Te las pondré enseguida. Dime qué caras y te las pongo.
- Temo que no lo entiendas, incluso que te escandalices como los fariseos... Me refiero a otros rostros, pero reales, no fingidos como los que inventabas, y que son también míos, como el que me cortaron de un tajo.
- Ahh, ya creo adivinar Señor, te refieres a las caras de los santos, de los apóstoles, de los mártires…
- Esas caras en verdad, son mías. Nadie me las niega ni me las regatea. Pero yo quiero otras, las reclamo, muy pocos se atreverían a ponérselas, Yo sí.
Hizo un descanso, como para tomar fuerzas. Respiró profundamente. Yo estaba asustado, tenía miedo, pero no había remedio. Entonces me dijo:
- Oye, ¿No tienes por ahí un retrato de tu enemigo? De ese que te tiene envidia y que no te deja vivir; del que interpreta mal por sistema todas tus cosas, del que siempre va hablando mal de ti, del que te arruinó, del que dio malos y decisivos informes sobre ti, del traidor que te puso una zancadilla, del que logró echarte del puesto que tenías, del que te denunció, del que te metió en la cárcel...
- Cristo, ¡no sigas!
- Es demasiado, ¿Verdad?
- Es inhumano, es absurdo…
- ¿Te has fijado bien en la cara de los leprosos, de los anormales, de los idiotizados, de los mendigos sucios, de los imbéciles, de los locos...?
- ¿Y...? ¿Y me vas a decir Cristo, que esas caras son tuyas y… y que te las ponga? No, no, imposible.
- ¡Espera! no acabo aún... Toma bien nota de esta última lista y no olvides ningún rostro: Tienes que ponerme la cara del blasfemo, del suicida, del degenerado, del ladrón, del borracho, del asesino, del criminal, del traidor, del vicioso. ¿No has oído?
¡Necesito que pongas todos esos rostros sobre el mío!
- …No, no Señor… -contesté— ¡No entiendo nada! ¿Todos esos rostros miserables y corruptos sobre el tuyo, sagrado y divino?
- ¡Sí, así lo quiero! ¿No ves que todos ellos pertenecen a esta pobre humanidad doliente creada por mi padre? ¿No te das cuenta que yo he dado la vida por todos?
Quizá ahora comprendas lo que fue la Redención.
Escucha: Yo, como hijo de Dios, me hice responsable voluntariamente de todos los errores y pecados de la humanidad. Todo pesaba sobre Mí, mi Padre se asomó desde el cielo para verme en la cruz y contemplarse en Mi rostro, clavó sus ojos en Mí y su pasmo fue infinito. Sobre mi rostro, vio sobrepuesta sucesiva y vertiginosamente las caras de todos los hombres. Desde el cielo, durante aquellas tres horas terribles de mi agonía en la cruz, contemplaba el desfile trágico de la humanidad vencida, mientras tanto Yo le decía:
“¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!” No era Yo sólo quien moría en la cruz, eran miles y miles de dolientes seres humanos, derrotados muchos por sus propias pasiones, por sus errores, por sus pecados. El desfile era terrible, repugnante, grosero. Mi Padre vio pasar sobre mi rostro la cara del soberbio; la del sectario, imaginando la destrucción de Dios, la del asesino frío y desalmado...
Había labios repugnantes, ojeras hundidas marcadas con fuego de lujuria, alientos insoportables de ebriedad, palidez de madrugadas encenagadas en el vicio, sórdidos rictus de amargura y desesperación, turbadoras miradas de perversión y delito, de subterráneas anormalidades inconfesables y oscuras. Toda la derrota y las lacras de una humanidad irredenta, la agonía, la muerte. Y mi Padre… Dios, las amó a todas y perdonó sus pecados”.
Mi Cristo calló, qué pobre y ridículo me pareció el arte de los hombres y qué profundo e insondable el amor de Dios. Y desde entonces, enmudeció. No volvió a hablarme más.
No olvidemos nunca esta suprema y difícil lección. No olvidemos nunca la superficie lisa del rostro de mi Cristo, tajado verticalmente. Podríamos compararlo con un portarretrato vacío. En él se nos ofrece la oportunidad de colocar la cara de aquél o aquellos que nos han hecho daño o que odiamos profundamente, haciéndonos más daño a nosotros mismos que a quien es objeto de nuestro rencor.
¡Sí…, sí, seamos valientes! Recordemos el rostro que mayor odio y antipatía nos produzca, acerquémoslo a Cristo, aunque sintamos temblar nuestro pulso. Coloquémoslo sobre el suyo e imaginemos que nuestro enemigo, ese ser que odiamos, ocupa su lugar en la cruz. Cerremos los ojos, acerquémonos al crucificado y besemos reverentes y humildes su figura.
Al besar un Cristo, con el rostro de nuestro enemigo, nos envolverá una voz cálida y musical, paternal y bondadosa. Aquélla que hace muchos siglos nos dejara la más grande y maravillosa herencia que hombre alguno pueda tener, encerrada en sólo seis sencillas palabras:
.
“Amaos los unos a los otros”...
“¡MIRA QUE TE PARTO LA CARA!” Y siempre pensé que todo suele quedar en un puñetazo, un bofetón, una cuchillada en la mejilla. Sólo en Ti se ha cumplido literalmente la brutal amenaza, te han partido la cara de un solo tajo.
Yo se la hubiera restaurado, pero Él me lo prohibió. Por eso me dedico en un juego de fantasía y cariño, a restaurársela idealmente, colocando sobre su cabeza sin facciones, las caras que para mi Cristo, ha soñado el arte universal. Consumo en este juego, museos, colecciones, galerías, catedrales, pinacotecas. Todo va pasando por el tajo de su cara en un desfile lento, y me siento Velázquez o Juan de Meza, con un patetismo barroco, o Montañés con olímpica belleza, o Leonardo, de infinita tristeza.
Pero desde hace unos días, he tenido que renunciar también al consuelo de este juego, ¡el Cristo roto es terrible en su exigencia!, no concibe treguas, y me lo ha prohibido también. Yo creí al principio que le gustaba, al menos lo toleraba silencioso, hasta que un día me interrumpió severamente:
- ¡BASTA! No me pongas ya más caras, he tolerado tu juego demasiado tiempo. ¿No acabas de comprenderlo? No me pongas más esas caras que pides de limosna, al arte de los hombres. ¡Quiero estar así, sin cara! Prometiste que jamás me restaurarías… a no ser, que quieras ensayar otro juego, ponerme otras caras. Esas… sí las aceptaré.
- ¿Cuáles Señor? Te las pondré enseguida. Dime qué caras y te las pongo.
- Temo que no lo entiendas, incluso que te escandalices como los fariseos... Me refiero a otros rostros, pero reales, no fingidos como los que inventabas, y que son también míos, como el que me cortaron de un tajo.
- Ahh, ya creo adivinar Señor, te refieres a las caras de los santos, de los apóstoles, de los mártires…
- Esas caras en verdad, son mías. Nadie me las niega ni me las regatea. Pero yo quiero otras, las reclamo, muy pocos se atreverían a ponérselas, Yo sí.
Hizo un descanso, como para tomar fuerzas. Respiró profundamente. Yo estaba asustado, tenía miedo, pero no había remedio. Entonces me dijo:
- Oye, ¿No tienes por ahí un retrato de tu enemigo? De ese que te tiene envidia y que no te deja vivir; del que interpreta mal por sistema todas tus cosas, del que siempre va hablando mal de ti, del que te arruinó, del que dio malos y decisivos informes sobre ti, del traidor que te puso una zancadilla, del que logró echarte del puesto que tenías, del que te denunció, del que te metió en la cárcel...
- Cristo, ¡no sigas!
- Es demasiado, ¿Verdad?
- Es inhumano, es absurdo…
- ¿Te has fijado bien en la cara de los leprosos, de los anormales, de los idiotizados, de los mendigos sucios, de los imbéciles, de los locos...?
- ¿Y...? ¿Y me vas a decir Cristo, que esas caras son tuyas y… y que te las ponga? No, no, imposible.
- ¡Espera! no acabo aún... Toma bien nota de esta última lista y no olvides ningún rostro: Tienes que ponerme la cara del blasfemo, del suicida, del degenerado, del ladrón, del borracho, del asesino, del criminal, del traidor, del vicioso. ¿No has oído?
¡Necesito que pongas todos esos rostros sobre el mío!
- …No, no Señor… -contesté— ¡No entiendo nada! ¿Todos esos rostros miserables y corruptos sobre el tuyo, sagrado y divino?
- ¡Sí, así lo quiero! ¿No ves que todos ellos pertenecen a esta pobre humanidad doliente creada por mi padre? ¿No te das cuenta que yo he dado la vida por todos?
Quizá ahora comprendas lo que fue la Redención.
Escucha: Yo, como hijo de Dios, me hice responsable voluntariamente de todos los errores y pecados de la humanidad. Todo pesaba sobre Mí, mi Padre se asomó desde el cielo para verme en la cruz y contemplarse en Mi rostro, clavó sus ojos en Mí y su pasmo fue infinito. Sobre mi rostro, vio sobrepuesta sucesiva y vertiginosamente las caras de todos los hombres. Desde el cielo, durante aquellas tres horas terribles de mi agonía en la cruz, contemplaba el desfile trágico de la humanidad vencida, mientras tanto Yo le decía:
“¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen!” No era Yo sólo quien moría en la cruz, eran miles y miles de dolientes seres humanos, derrotados muchos por sus propias pasiones, por sus errores, por sus pecados. El desfile era terrible, repugnante, grosero. Mi Padre vio pasar sobre mi rostro la cara del soberbio; la del sectario, imaginando la destrucción de Dios, la del asesino frío y desalmado...
Había labios repugnantes, ojeras hundidas marcadas con fuego de lujuria, alientos insoportables de ebriedad, palidez de madrugadas encenagadas en el vicio, sórdidos rictus de amargura y desesperación, turbadoras miradas de perversión y delito, de subterráneas anormalidades inconfesables y oscuras. Toda la derrota y las lacras de una humanidad irredenta, la agonía, la muerte. Y mi Padre… Dios, las amó a todas y perdonó sus pecados”.
Mi Cristo calló, qué pobre y ridículo me pareció el arte de los hombres y qué profundo e insondable el amor de Dios. Y desde entonces, enmudeció. No volvió a hablarme más.
No olvidemos nunca esta suprema y difícil lección. No olvidemos nunca la superficie lisa del rostro de mi Cristo, tajado verticalmente. Podríamos compararlo con un portarretrato vacío. En él se nos ofrece la oportunidad de colocar la cara de aquél o aquellos que nos han hecho daño o que odiamos profundamente, haciéndonos más daño a nosotros mismos que a quien es objeto de nuestro rencor.
¡Sí…, sí, seamos valientes! Recordemos el rostro que mayor odio y antipatía nos produzca, acerquémoslo a Cristo, aunque sintamos temblar nuestro pulso. Coloquémoslo sobre el suyo e imaginemos que nuestro enemigo, ese ser que odiamos, ocupa su lugar en la cruz. Cerremos los ojos, acerquémonos al crucificado y besemos reverentes y humildes su figura.
Al besar un Cristo, con el rostro de nuestro enemigo, nos envolverá una voz cálida y musical, paternal y bondadosa. Aquélla que hace muchos siglos nos dejara la más grande y maravillosa herencia que hombre alguno pueda tener, encerrada en sólo seis sencillas palabras:
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“Amaos los unos a los otros”...
jueves, 5 de enero de 2017
Un año para cultivar valores. Enero: Optimismo.
Sondéame, Señor, descubre mi corazón, mira si mi camino se tuerce. ¡Condúceme por el camino de la eternidad! Salmo 138.
El caleidoscopio.
Existía un hombre que, a causa de una guerra en la que habia peleado de joven, perdió la vista. Este hombre, para poder subsistir y continuar con su vida, desarrolló una gran habilidad y destreza con las manos, con lo cual pudo destacarse como un estupendo artesano; sin embargo, su trabajo no le permitía más que asegurarse el mínimo sustento.
En cierta Navidad quiso obsequiarle algo a su hijo de cinco años, quien nunca había conocido más juguetes que los trastos del taller de su padre con los que fantaseaba reinos y aventuras. Su papá tuvo entonces la idea de fabricarle, con sus propias manos, un hermoso caleidoscopio como alguno que él tuvo en su niñez. Por las noches fue recolectando piedras de diversos tipos que trituraba en decenas de partes, pedazos de espejos, vidrios, metales...
Al cabo de la cena de Noche Buena pudo, finalmente, imaginar, a partir de la voz del pequeño, la sonrisa de su hijo al recibir el precioso regalo. El niño no cabía en sí de la dicha y la emoción que aquella increíble Navidad le había traído de las manos de su padre ciego.
Durante los días y las noches siguientes, el niño fue a todo sitio llevando el preciado regalo y con él, regresó a sus clases en la escuela del pueblo. En el receso, entre clase y clase, el niño exhibió y compartió, lleno de orgullo, su juguete con sus compañeros que se mostraban fascinados con aquella maravilla.
Uno de aquellos pequeños, tal vez el mayor del grupo, finalmente se acercó al hijo del artesano y le preguntó con mucha intriga: "Oye, ¡qué maravilloso caleidoscopio te han regalado... ¿dónde te lo compraron? no he visto jamás nada igual en el pueblo..." Y el niño orgulloso de poder revelar aquella verdad emocionante desde su pequeño corazón, le contestó: "No, no me lo compraron en ningún sitio... me lo hizo mi papá". A lo que el otro pequeño replicó con cierto tono incrédulo: "¿Tu padre?... Imposible... ¡si tu padre está ciego!".
Nuestro pequeño amigo se quedó mirando a su compañero y al cabo de una pausa de segundos, sonrió como solo un portador de verdades absolutas puede hacerlo y le contestó: "Sí... mi papá está ciego... pero de los ojos... solamente de los ojos..." El amor solo se puede ver con el corazón... lo esencial es invisible a los ojos.
Envió: Randall Salvatierra Porras.
Fuente:
Humberto A. Agudelo C.
Vitaminas diarias para el espíritu 2.
Paulinas. Grupo Editorial Latinoamericano
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sábado, 18 de junio de 2016
De qué lado estamos de verdad...
El Señor es la fuerza de su pueblo, defensa y salvación para su Ungido. Sálvanos, Señor, vela sobre nosotros y guíanos siempre (Cfr. Sal 27,8-9.
La Palabra de Dios nos invita hoy a discernir bien de qué lado estamos de verdad: A favor de la injusticia, el odio y la maldad, o de la justicia, la convivencia y la paz.
El segundo libro de las Crónicas (24, 17-25) advierte que todos podemos caer bajo el abuso de poder.
El gobierno de Joás empezo bien. Su gestión se produjo inicialmente en bienestar para todos, pero tras el populismo, el afán de poder y los beneficios propios de la adulación, entraron en decadencia, y hasta propició falsas creencias. "El Señor les envió profetas para que se arrepintieran, pero no hicieron caso a sus amonestaciones".
No obstante, persiste este rey en su insensatez, hasta el punto de dar muerte al profeta Zacarías por denunciar sus atrocidades. En su cerrazón, conduce a su pueblo rumbo al fracaso.
No obstante, persiste este rey en su insensatez, hasta el punto de dar muerte al profeta Zacarías por denunciar sus atrocidades. En su cerrazón, conduce a su pueblo rumbo al fracaso.
¿Qué tiene el poder mal empleado que envilece, desquicia y produce muerte? Tiene en sus entrañas egoísmo, avaricia y maldad. El exceso de poder genera prepotencia, encubra a las personas, las saca de la realidad, terminan creyéndose Dios.
El Evangelio de Mateo (6, 24-34) plantea la necesidad de afianzarnos en Dios y no en el tener.
Jesús nos dice: "Nadie puede servir a dos amos, porque odiará a uno y amará al otro, o bien obedecerá al ´primero y no hará caso al segundo. En resumen, no pueden ustedes servir a Dios y al dinero". Con ello nos pide crecer en la grandeza como camino de sanación, liberación y autenticidad.
Todos tenemos multiples fuentes de seguridad. En estas destacan el tener, la imagen y el poder. Aspectos que, si se desordenan, terminan causando dolor, tristezas y muertes, porque nos introducen en una espiral de competencias, avaricia y maldad de las que no se sale con facilidad.
Jesús nos dirá que no gastemos nuestro ingenio en lo que perece. ¿Cómo vamos a gastarnos mezquinamente en nosotros mismos cuando la gente padece hambre, soledad e indefensión?
Que a nosotros nos ocupe totalmente Dios, la convivencia humana y la justicia. Lo demás nos vendrá por añadidura.
P. Gustavo Albarrán, sj.
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jueves, 2 de junio de 2016
Una obra de arte.
¿Qué es la verdad?
Y no sabemos si Jesús no quiso
responderle o aquel hombre no
hubiese sido capaz de entender
la respuesta de Jesús.
También un discípulo preguntó a
su maestro "¿Qué es la verdad?"
Y éste le respondió:
"La respuesta es tu respuesta
a cada día de tu vida".
Pero el discipulo no estaba de
acuerdo con la respuesta.
"Pero en la vida de cada día
sólo encuentro rutina y
mediocridad y no veo
la verdad por ninguna parte".
Y el maestro respondió:
"Ahí está la diferencia, que unos
ven la verdad en cada una de
sus acciones y otros no la ven".
Nuestra vida es un bloque de mármol,
en el que cada uno de nosotros
trabajamos cada día
para esculpir la obra de arte
que está encerrada en el mármol.
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Mi país Venezuela,
Naturalmente Yo
miércoles, 1 de junio de 2016
Un año para cultivar valores. Junio: Cortesía.
La cortesía es hermana de la caridad, que apaga el odio y fomenta el amor. San Francisco de Asís.
Querido Dios: Quiero aprovechar un minuto, no para pedir nada de ti. Sino simplemente para darte las gracias por todas las bendiciones recibidas cada nuevo día, especialmente por mis amadas amigas del Equipo de Guerrer@s de Dios y María Santísima en Whatsapp.
Gracias Señor por la dicha y la bendición de haberles conocido y de estar juntas en este proyecto que ya tiene 2 años de vigencia. Gracias por la existencia de cada una de ellas. Gracias por el cariño y el amor que me han brindado y demostrado desde que nos conocemos y que ha sido siempre, un cariño y amor desinteresado.
Gracias también a los chicos que están en el equipo. Todos somos piezas claves en la construcción del reino de Dios en la tierra y en nuestro amado país, Venezuela. Ilumínanos, protégenos y dirígenos por siempre y para siempre. Amén. Cristo y Yo, mayoría aplastante.
miércoles, 4 de mayo de 2016
Un año para cultivar Valores. Mayo: Altruismo.
Si quieres ser feliz de verdad, vive para tus semejantes. Según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe (Gálatas 6:10).
Servilleta...
¡Qué sencilla eres!
Te toman, te usan, te desechan, y tú no dices nada. Solo tienes un fin... servir.
La diferencia entre tú y nosotros los humanos, es que los hombres no nos debemos desechar unos con otros, aunque a veces tratamos a los demás como servilletas, los usamos y los desechamos, pero la realidad es que hemos nacido para servir.
Para esto fue creado el hombre, para servirle a su semejante. Para dedicar un poco de su tiempo a los demás, para educarlos, ayudarlos y amarlos.
Los hombres tenemos como tarea principal ayudar a nuestros semejantes: "Ama a tu prójimo como a ti mismo...".
Nuestro único anhelo es lograr ser feliz, alcanzar la felicidad, pero no la vamos a conseguir hasta que no descubramos que la única manera de ser feliz es sirviéndole a los demás.
Todos deseamos ser felices. La felicidad la buscamos en el dinero, en el placer, en el poder, en la comodidad y nunca la vamos a encontrar.
Pocas personas buscamos la felicidad en el servicio a los hombres. Pocos la buscan dedicándole tiempo en brindar alegría a otros.
La vida me ha enseñado que la verdadera felicidad está en saber que podemos hacer felices a los demás; que está en brindar apoyo y amistad a la gente sencilla.
¡Servir es maravilloso! Y no necesitas ser sacerdote o religiosa para servir, porque muchos creemos que el servicio es asunto solo de los curas y las monjas.
¡Qué alegría sientes cuando haces el bien a otros!
Qué satisfecho te sientes, cuando has terminado una reunión con amigos, donde tuviste la oportunidad de nutrirlos con tus palabras, con tu alegría, con tu propio estilo de vida.
Qué feliz te sientes después de haber terminado una catequesis con niños, con adultos, donde te distes tal y como eres.
Qué feliz te sientes después de haber enseñado a leer a otra persona.
Te sientes feliz sin haber gastado ni un céntimo.
¿Quieres ser feliz? Se sencillo en tu actuar. Dedica tiempo a los demás. No pienses tanto en el tener, en el poder, ni en las riquezas. Y si deseas ser más feliz... haz feliz a los demás. Muchos poseen tanto y no sienten ni una chispa de alegría...
Otros no poseen nada y no paran de agradecerle a Dios por un nuevo día de vida.
viernes, 2 de enero de 2015
Oración del Padre Efrén a la Santísima Virgen María
Cada mañana despertamos al milagro de la vida y tenemos que ser conscientes de este gran milagro.
Señora Nuestra Santísima, Madre de Dios, llena de gracia: Tú eres la gloria de nuestra naturaleza humana, por donde nos llegan los regalos de Dios. Eres el ser más poderoso que existe, después de la Santísima Trinidad; la Mediadora de todos nosotros ante el mediador que es Cristo; Tú eres el puente misterioso que une la tierra con el cielo, eres la llave que nos abre las puertas del Paraíso; nuestra Abogada, nuestra Intercesora. Tú eres la Madre de Aquél que es el ser más misericordioso y más bueno. Haz que nuestra alma llegue a ser digna de estar un día a la derecha de tu Único Hijo, Jesucristo. Amén!
San Efrén.
Que la Santísima Virgen María, nuestra Madre celestial,
nos proteja e interceda por nosotros en este nuevo año.
Que lo vivamos maravillosamente
y encontremos el encanto que nos trae cada día.
Feliz Año 2015
lunes, 1 de septiembre de 2014
Un año para cultivar valores. Septiembre: Valentía.
Por temor a las críticas, tal vez desperdicies muchas oportunidades de crecimiento personal. Tales miedos pueden bloquearte y hacer que te habitúes a situaciones que poco a poco destruyen tus sueños e idelaes. Sería muy bueno que enfrentaras la vida sin preocuparte por lo que opinen los demás.
"El valor de enfrentar la vida trae consigo genio, poder y magia". (S. Ribert).
"Mira donde pisas y todos tus caminos estarán seguros". (Pr 4, 26).
No dejes pasar este día, esta semana, este mes; sin haber hecho algo que contribuya a la realización de tus sueños.
Me es necesario hacer las otras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar. (Juan 9, 4).
Feliz inicio de mes de Septiembre, mes de la Virgen del Valle y de nuestra Patrona la Virgen de Coromoto; que nos protejan e intercedan por nosotros ante el Señor para que todo lo que hagmos en su Santo Nombre sea para su mayor honra, gloria y bien de nuestras almas derramando sobre nosotros Bendiciones Infinitas.
Dios nos bendiga, la Virgen y San Miguel Arcángel nos protejan siempre.
Amén. Amén. Amén.
@Angelicamzp
Imagen compartida por: Custodio Borgueta.
martes, 1 de abril de 2014
Un año para cultivar valores. Abril: Logros.
viernes, 7 de febrero de 2014
Oración a la Virgen María Auxiliadora para el hogar.
Santísima Virgen María que fuiste constituída por Dios
como Auxiliadora de los Cristianos,
te elegimos como Señora y Madre de esta casa,
y te pedimos que nos muestres tu poderoso auxilio,
preservándonos de la peste, del fuego, del agua,
del rayo, de los ciclones, de los terremotos,
de los ladrones, de la guerra y de cuantas calamidades
tú conoces.
Bendice, protege, defiende y guarda como cosa tuya
a las personas que habitamos esta casa,
presérvanos de todas las desgracias y accidentes
y concédenos sobre todo la importantísima
gracia de evitar el pecado.
¡Oh María Auxiliadora de los Cristianos,
ruega por cuantos vivimos en este hogar,
que te hemos consagrado para siempre!
Que así sea.
Amén.
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