lunes, 21 de febrero de 2011

Orar con los Salmos. Cuando eres feliz.


Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
Él rescata tu vida de la muerte
y te colma de gracia y de ternura.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la cólera y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.

Como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque Él sabe de qué estamos hechos,
se acuerda de que somos barro.

Bendigan al Señor, todas sus obras,
en todo lugar de su imperio.
Bendice, alma mía, al Señor.

Salmo 102.

.:*:.Hasta la próxima sonrisa.:*:.
*.*Dios mediante*.*
-*-Bendiciones infinitas-*-
.*.Se les quiere mucho.*.

1 comentario:

Indira dijo...

Los salmos son realmente hermosos.

Saludos amiga