Cada mañana despertamos al milagro de la vida y tenemos que ser conscientes de este gran milagro.
Señora Nuestra Santísima, Madre de Dios, llena de gracia: Tú eres la gloria de nuestra naturaleza humana, por donde nos llegan los regalos de Dios. Eres el ser más poderoso que existe, después de la Santísima Trinidad; la Mediadora de todos nosotros ante el mediador que es Cristo; Tú eres el puente misterioso que une la tierra con el cielo, eres la llave que nos abre las puertas del Paraíso; nuestra Abogada, nuestra Intercesora. Tú eres la Madre de Aquél que es el ser más misericordioso y más bueno. Haz que nuestra alma llegue a ser digna de estar un día a la derecha de tu Único Hijo, Jesucristo. Amén!
San Efrén.
Que la Santísima Virgen María, nuestra Madre celestial,
nos proteja e interceda por nosotros en este nuevo año.
Que lo vivamos maravillosamente
y encontremos el encanto que nos trae cada día.
Feliz Año 2015