El amor en la pareja es como la luna: cuando no crece, decrece.
Una de las relaciones más especiales que podemos experimentar es la relación de pareja. Cuando vivimos en pareja y con amor, dejamos de estar solos y comenzamos a disfrutar de la compañía de la persona que amamos. Una relación de pareja ideal es aquella en la que los momentos agradables son tantos, que nos estimulan a dar lo mejor de nosotros para conciliar y suavizar los momentos difíciles.
No hay secretos ni fórmulas mágicas parqa sentirse eternamente enamorado de tu pareja; el amor es como una llama que cuando se enciende, hay que protegerla y alimentarla para que no se apague. El amor no vive por sí solo; en nuestras manos está mantenerlo y renovarlo continuamente para que no desaparezca irremediablemente. Es un trabajo continuo que requiere de algunos ingredientes que debemos incluir en nuestra relación diaria, para disfrutar de la felicidad de estar juntos.
Hay que evitar caer en la rutina y darle a la relación un toque mágico, esos pequeños rituales de amor que convierten momentos ordinarios en extraordinarios, basándose en un intercambio permanente de amor, creatividad y sentido común, los cuales constituyen la esencia misma de la vida en pareja.
Mantener vivo el amor hacia la persona que amamos, es un reto diario y por eso es fundamental incorporar en nuestra vida cotidiana, ingredientes vitales como la entrega, la aceptación, la consideración, el respeto, la creatividad, la comprensión, la amistad, las metas comunes y los detalles, para que nuestra pareja se sienta querida, apreciada y acompañada.
La pareja debe ser nuestro mejor amigo o amiga, debe ser nuestr@ confidente y nuestr@ cómplice, nuestr@ compañer@ en la aventura de la vida. En el período del enamoramiento nos embarga una poderosa fuerza de amor, emoción, entusiasmo, entrega y sueños rosados. Estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros y nada nos parece imposible cuando de la otra persona se trata. Pero, ¿cuánto tiempo nos dura este sentimiento? El amor puede durar tanto como nosotros queramos; el secreto está en dar y no esperar, en usar la fórmula del 60/40, que significa que siempre estaremos dispuestos a aportar el 60% y a esperar con satisfacción un 40% de retorno.
Casi todos esperamos de nuestra pareja ciertas actitudes y comportamientos, pero no los recibimos, fácilmente nos desilusionamos. Por eso debemos primero conocernos a nosotros mismos, identificando nuestras carencias para satisfacerlas, sin esperar que alguien lo haga por nosotros. Es imprescindible aprender a querernos para poder querer a otro; no olvidemos que nadie puede dar lo que no tiene.
Otro ingrediente importante es el respeto a nuestras diferencias personales. No podemos pretendr cambiar a nuestra pareja; recordemos que sólo podemos transformarnos a nosotros mismos a través de nuestra voluntad y determinación. Aceptar nuestras diferencias será el instrumento para enriquecer nuestro amor y hacernos crecer como individuos. Cuando una pareja logra comprenderse y aceptarse, con sus limitaciones y virtudes, se alcanza una relación estable.
La entrega juega un papel determinante en esta receta del amor; es el acto de ponernos en manos del otro y confiar, corriendo el riesgo de no ser correspondidos. Aceptar que necesitamos y queremos la compañía del otro para recorrer el sendero de la vida, también es un acto de confianza y fe.
El reconocimiento al esfuerzo y el aporte a la relación por parte de tu pareja, estimula a continuar dando lo mejor de sí y al mismo tiempo a hacer sentir querido(a) al otro(a).
Los canales de comunicación deben estar siempre libres para solucionar desacuerdos sin sentirnos afectados y para conocernos y hacer los ajustes necesarios en nuestra relación. La tolerancia, la comprensión y la apertura son necesarias para solucionar los malentendidos en el amor.
Tener metas en común, nos llevará a trabajar juntos para el bienestar y la realización de los dos. Un sueño en común al final del camino nos hará compartir el placer de la mutua compañía.
No hay secretos ni fórmulas mágicas parqa sentirse eternamente enamorado de tu pareja; el amor es como una llama que cuando se enciende, hay que protegerla y alimentarla para que no se apague. El amor no vive por sí solo; en nuestras manos está mantenerlo y renovarlo continuamente para que no desaparezca irremediablemente. Es un trabajo continuo que requiere de algunos ingredientes que debemos incluir en nuestra relación diaria, para disfrutar de la felicidad de estar juntos.
Hay que evitar caer en la rutina y darle a la relación un toque mágico, esos pequeños rituales de amor que convierten momentos ordinarios en extraordinarios, basándose en un intercambio permanente de amor, creatividad y sentido común, los cuales constituyen la esencia misma de la vida en pareja.
Mantener vivo el amor hacia la persona que amamos, es un reto diario y por eso es fundamental incorporar en nuestra vida cotidiana, ingredientes vitales como la entrega, la aceptación, la consideración, el respeto, la creatividad, la comprensión, la amistad, las metas comunes y los detalles, para que nuestra pareja se sienta querida, apreciada y acompañada.
La pareja debe ser nuestro mejor amigo o amiga, debe ser nuestr@ confidente y nuestr@ cómplice, nuestr@ compañer@ en la aventura de la vida. En el período del enamoramiento nos embarga una poderosa fuerza de amor, emoción, entusiasmo, entrega y sueños rosados. Estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros y nada nos parece imposible cuando de la otra persona se trata. Pero, ¿cuánto tiempo nos dura este sentimiento? El amor puede durar tanto como nosotros queramos; el secreto está en dar y no esperar, en usar la fórmula del 60/40, que significa que siempre estaremos dispuestos a aportar el 60% y a esperar con satisfacción un 40% de retorno.
Casi todos esperamos de nuestra pareja ciertas actitudes y comportamientos, pero no los recibimos, fácilmente nos desilusionamos. Por eso debemos primero conocernos a nosotros mismos, identificando nuestras carencias para satisfacerlas, sin esperar que alguien lo haga por nosotros. Es imprescindible aprender a querernos para poder querer a otro; no olvidemos que nadie puede dar lo que no tiene.
Otro ingrediente importante es el respeto a nuestras diferencias personales. No podemos pretendr cambiar a nuestra pareja; recordemos que sólo podemos transformarnos a nosotros mismos a través de nuestra voluntad y determinación. Aceptar nuestras diferencias será el instrumento para enriquecer nuestro amor y hacernos crecer como individuos. Cuando una pareja logra comprenderse y aceptarse, con sus limitaciones y virtudes, se alcanza una relación estable.
La entrega juega un papel determinante en esta receta del amor; es el acto de ponernos en manos del otro y confiar, corriendo el riesgo de no ser correspondidos. Aceptar que necesitamos y queremos la compañía del otro para recorrer el sendero de la vida, también es un acto de confianza y fe.
El reconocimiento al esfuerzo y el aporte a la relación por parte de tu pareja, estimula a continuar dando lo mejor de sí y al mismo tiempo a hacer sentir querido(a) al otro(a).
Los canales de comunicación deben estar siempre libres para solucionar desacuerdos sin sentirnos afectados y para conocernos y hacer los ajustes necesarios en nuestra relación. La tolerancia, la comprensión y la apertura son necesarias para solucionar los malentendidos en el amor.
Tener metas en común, nos llevará a trabajar juntos para el bienestar y la realización de los dos. Un sueño en común al final del camino nos hará compartir el placer de la mutua compañía.
"Estos ingredientes no deben quardarse en
la mesa de noche o en la caja de primeros
auxilios; debes tenerlos a mano para usarlos
todos los días. Recuerda que de esta manera
estás haciendo crecer el amor entre los dos".
la mesa de noche o en la caja de primeros
auxilios; debes tenerlos a mano para usarlos
todos los días. Recuerda que de esta manera
estás haciendo crecer el amor entre los dos".
.:*:.Hasta la próxima sonrisa.:*:.
*Dios mediante*.*
-*-Bendiciones infinitas-*-
.*.Se les quiere mucho.*.
♣
*Dios mediante*.*
-*-Bendiciones infinitas-*-
.*.Se les quiere mucho.*.
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